En el camino del emprendimiento, muchos de nosotros nos enfrentamos a un dilema constante: esperar a que todo sea perfecto o dar el primer paso con lo que tenemos. En esta mentoría, exploramos cómo el progreso, más que la perfección, puede transformar nuestras vidas y negocios. Porque al final del día, «más vale hecho que perfecto».
El mito de la perfección
Muchos emprendedores caen en la trampa de esperar que las condiciones sean ideales antes de empezar. Yo mismo, en el pasado, pospuse proyectos porque pensaba que no tenía los recursos necesarios. Decía: «Cuando tenga mejor equipo», «Cuando se den las condiciones perfectas», pero el tiempo seguía pasando. Aprendí que no se trata de tenerlo todo, sino de comenzar con lo que tienes y aprovecharlo al máximo.
Un ejemplo claro es cómo inicié mis mentorías. Las primeras grabaciones eran con una cámara sencilla y un micrófono de baja calidad. Con el tiempo, esas acciones iniciales se transformaron en un canal mejorado, pero lo más importante fue empezar. Si no hubiera dado ese primer paso, nunca habría llegado al nivel actual.
«Más vale hecho que perfecto.»
– La perfección puede llevar a la postergación: Si esperas que todo esté perfecto, puede que nunca comiences.
– Enfócate en el progreso continuo: Cada paso que das mejora tu situación actual.
La parábola del alfarero
Un alfarero experimentado dedicó años a intentar crear la vasija perfecta. Pasaba días moldeándola, pero al encontrar una pequeña imperfección, comenzaba de nuevo. Nunca completó su obra. Por otro lado, un joven aprendiz hizo muchas vasijas imperfectas, cada una mejor que la anterior. Al final del año, el aprendiz tenía una colección de vasijas hermosas y funcionales, mientras el alfarero seguía persiguiendo un ideal inalcanzable.
– Reflexión: El aprendizaje constante y la acción superan la búsqueda de la perfección. Cada paso que das, aunque imperfecto, es un paso hacia la excelencia.
En nuestras vidas, ¿cuántas veces hemos sido como ese alfarero? ¿Cuántas oportunidades dejamos pasar porque no las consideramos «perfectas»? Recuerda, el progreso siempre será más valioso que la inacción.
La excelencia como meta
Es fácil confundir perfección con excelencia, pero son conceptos diferentes. La perfección implica un estándar inalcanzable, mientras que la excelencia es dar lo mejor de ti en cada acción, con los recursos y el tiempo que tienes.
Esto no significa conformarte, sino ser intencional y enfocado en tu esfuerzo. Si haces todo con el máximo cuidado y dedicación, estás actuando con excelencia, incluso si el resultado no es perfecto.
«La perfección es divina, pero la excelencia es humana.»
– La excelencia se mide por el esfuerzo: Si estás dando lo mejor de ti, estás actuando con excelencia.
– Haz de cada acción un paso hacia tu mejor versión: Cada acción cuenta, y cada esfuerzo suma.
un escalón a la vez
El progreso no es lineal ni rápido. Muchas veces, los emprendedores quieren resultados inmediatos y se frustran al no alcanzarlos. Pero el verdadero éxito radica en avanzar paso a paso. Divide tus metas en pequeñas tareas diarias y celebra cada avance, por pequeño que sea.
Un ejemplo es construir un edificio. No puedes levantar todos los pisos al mismo tiempo. Necesitas empezar por los cimientos, luego las paredes, y así sucesivamente. Lo mismo ocurre con tus metas: identifica un punto A (donde estás) y un punto B (a dónde quieres llegar), y diseña hitos intermedios que puedas celebrar en el camino.
«Progreso continuo y medible: esa es la clave del éxito.»
– Establece un punto A y un punto B: Define claramente dónde estás y a dónde quieres llegar.
– Celebra los hitos intermedios: Cada pequeño logro es un paso hacia tu meta mayor.
– Mide tu progreso: Sin métricas, es difícil saber si estás avanzando. Asegúrate de medir tus resultados regularmente.
Reflexión final
El progreso, no la perfección, es lo que nos permite avanzar hacia nuestras metas. Cada acción imperfecta que realizamos nos acerca más a nuestra mejor versión. Reflexiona sobre las áreas de tu vida en las que la búsqueda de la perfección te ha frenado. Pregúntate: ¿Cuántas oportunidades he perdido esperando el momento ideal?
Empieza hoy. No esperes a que todo esté alineado. Cada pequeño paso cuenta, y con el tiempo, esos pasos se convierten en un viaje extraordinario. En el video completo de esta mentoría, profundizo en estos conceptos y comparto herramientas prácticas para que puedas implementarlos con éxito.
Con cariño,
tu amigo Jeff Blas,
#unavezmas